Desde Babestu,
después de analizar la situación de los centros residenciales de Bizkaia ante
la pandemia de coronavirus y la reacción de las empresas del negocio
residencial y la DFB, queremos puntualizar los siguientes aspectos:
Primero.- Los familiares estamos tremendamente
decepcionados por la protección de nuestros mayores ante la amenaza del
coronavirus, como lo hemos estado siempre ante el riesgo de cualquier agente
infeccioso. Exigimos a las empresas residenciales que doten de los equipos de
protección individualizados (EPI´s) necesarios y exigibles a las trabajadoras
del sector. Asimismo, exigimos que se realicen los test a todas las personas que
entren al centro residencial así como a las personas de su entorno. Todas estas
medidas son imprescindible para garantizar la salud de todas las personas de
los centros residenciales, y en especial a los más vulnerables ante esta nueva
amenaza vírica, nuestros mayores, en su mayoría dependientes y con enfermedades
crónicas de riesgo.
Segundo.- Desde
Babestu nos encontramos profundamente preocupados por la situación de
aislamiento de nuestros mayores, los más frágiles, generando una ausencia de
contacto directo con sus seres más queridos, así como una situación psicológica
y social crítica en las familias usuarias de los centros residenciales. Exigimos
a las empresas que hagan frente a la situación con más medios y recursos
humanos, con la contratación de más personal, para que aumente el tiempo de
contacto directo con nuestros familiares residentes, la búsqueda de recursos de
videoconferencia o telemático de acceso a las familias, para facilitar el
contacto mínimo necesario entre familiares y residentes, así como la llamada de
profesionales del ámbito sociosanitario a las familias / personas de referencia
cada 48 horas.
Tercero.- Los familiares estamos tremendamente
preocupados por las situaciones que se puedan dar en las residencias. La
imposibilidad de poder acceder al interior de las mismas evita el necesario
control y vigilancia de la atención sociosanitaria. Exigimos a la DFB que doble
la inspección sobre el necesario control y vigilancia sobre el cuidado de
nuestros mayores en este régimen tan especial y que perdurará en el tiempo.
Cuarto. – Si cualquiera de los tres puntos
anteriores no pueden ser garantizados por las empresas del sector, exigimos la
exención del pago del servicio, así como la publificación del sector por parte
de la DFB si fuese necesario, por incompetencia y vulneración de los derechos
de nuestros mayores ante una situación tan delicada y crítica para las familias
de los centros residenciales. Asimismo, ante el incumplimiento de cualquiera de
los puntos anteriores, desde Babestu estamos dispuestos a tomar medidas más
drásticas como la apertura de denuncias a las empresas de los centros
residenciales y a las autoridades competentes por si fuesen constitutivos de
delito según el Código Penal, ante hechos que nos parecen graves de
desprotección a nuestros mayores.
Bibao, a 25 de marzo de 2020
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