NOTA DE PRENSA DE BABESTU ELKARTEA
La
Diputación Foral de Bizkaia ha informado recientemente de la opinión muy
favorable de los familares de los centros residenciales durante el 2020. Desde
Babestu queremos hacer la siguiente valoración de las manifestaciones
efectuadas por el Diputado de Acción Social, Sr Sergio Murillo, sobre las
encuestas realizadas desde el área que dirige y su análisis sobre la gestión
del ente foral.
1.- Los datos ofrecidos de
las encuestas a los familiares para la valoración de la asistencia foral muestran
una gran opacidad, sin mostrar las preguntas, quién las hace y la metodología
realizada. Todo ello, invalida el estudio y le otorga poca fiabilidad y rigor. Los
datos ofrecidos de la gestión de la DFB durante la primavera del 2020 son de
una muestra tan pequeña que su evaluación no hace sino alimentar opiniones por
parte de la Diputación con poco rigor y fundamento. Así mismo, en la encuesta
que Babestu hizo entre un número de familiares considerable, incluso mayor al
realizado por la DFB durante la primera ola de la pandemia, la gestión foral
gobernada por el señor Rementería era valorada como mala.
2.- Los resultados de la
valoración de la gestión en las residencias de personas mayores ofrecidos por
Diputación no se corresponden con la situación generada durante la pandemia,
con un número de fallecidos en las residencias, que puede ser la mitad del
total en Bizkaia. Resulta inverosimil que la DFB a día de hoy tenga tan clara
cuál su gestión en datos a través de encuestas y sea incapaz de ofrecer la cifra real de fallecidos en los
centros; incluso Osakidetza niega sus propios datos de muertes en residencias
de Bizkaia. Las encuestas de Diputación no preguntan por la opinión de los familiares de las víctimas
de la COVID en las residencias, por el trato recibido por parte de la
Diputación Foral de Bizkaia, los centros asistenciales y aquellos abiertos al
efecto.
3.- Nos parece poco
creible que la Diputación valore la
gestión del cuidado cuando los familiares no pueden entrar donde habitan
nuestros mayores desde marzo del 2020. Asimismo, nos parece que el estudio de
la gestión tiene que tener en cuenta la opinión de las cuidadoras de los
mayores, a las que tanto agradece insistentemente la Diputación del Señor Unai
Rementería, La opinión de las trabajadoras de atención directa es parte
fundamental para cualquier tipo de valoración de gestión. Nada sabemos de ello
y esa información año tras año permanece oculta.
4.- La valoración no atiende
a las quejas recibidas. A día de hoy desconocemos el número de quejas durante la pandemia, su estudio y resultados.
5.- Después de los
resultados de la encuesta de 2018, Babestu se reunió personalmente con el
Diputado de Acción Social, Sr. Sergio Murillo, para preguntarle sobre algunas
cuestiones que sus encuestas no recogen, y con cuya respuesta nos quedaríamos
más tranquilos:
·
¿Cuál es la opinión de las
trabajadoras de atención directa?
·
¿Cuál es el grado de
satisfacción ante las quejas y reclamaciones realizadas?
·
¿Cómo se las arreglan las
17.491 personas dependientes y sus cuidadores que no están ingresadas en
centros residenciales?
·
¿Por qué no se le pregunta
al familiar por cuestiones concretas en relación a la nutrición y la higiene? ¿Conocen
los familiares qué es el PAI? ¿y la atención nocturna en la residencias?
·
Consideramos que según recoge el estudio de 2018, el dinero
destinado a concertación debiera invertirse en su totalidad en este concepto. En la actualidad, 1084 €/residente y mes revierten de la
cantidad destinada a concertación, en torno a 2550 €/mes. Se nos informa que
esa cantidad, que excede los 35.000.000 de € revierte a la Hacienda Foral.
Con ese dinero, podrían concertarse otras 2060 plazas
residenciales. Si no se hace, es posible que ese dinero no se destine al área
social, lo cual haría pensar a la ciudadanía que se destina a lo social más
dinero del que realmente se invierte. Por otra
parte, esas 2.060 plazas residenciales supondrían, aproximadamente, un mínimo
de 1100 puestos de trabajo permanentes.
Las
recientes manifestaciones del Diputado de Acción Social de la Diputación Foral
de Bizkaia y de su gobierno nos parecen autocomplacientes, como viene siendo
habitual a lo largo de los años, durante los conflictos laborales, y después de
un año de crisis de la COVD. Nos parece que es un ejercicio exhibicionista de
campaña, innecesario y un acto de propaganda muy hiriente para muchas
trabajadoras, familias de residentes y víctimas de la COVID en los centros
asistenciales de Bizkaia.
Por todo ello, EXIGIMOS
LA DIMISIÓN DEL SEÑOR DIPUTADO DE ACCIÓN SOCIAL SERGIO MURILLO.
ASOCIACIÓN DE FAMILIARES DE RESIDENTES EN LOS CENTROS ASISTENCIALES DE
BIZKAIA
Bilbao, 22 febrero del 2021
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