Residencias: las
familias queremos
transparencia
Iraide Urriz
(Publicado en El Correo, 11-4-2020)
La
asociación Babestu denunciamos la nefasta gestión y la nula transparencia sobre
la efectación del Covid-19 en las residencias, tanto por sus direcciones como
por la
Diputación.
La proliferación
del virus en las residencias llevó a la DFB a habilitar 2 centros
sociosanitarios para concentrar a contagiados, pero la medida no obedecía a una
meditada planificación, por lo que hoy existen positivos en la mayoría de las
residencias. Los casos se multiplican y la DFB no adopta nuevas medidas.
Frente
a lo que afirma la DFB, las trabajadoras siguen denunciando falta de material y
medidas de protección, incluso en centros de contagiados como Birjenetxe.
Demandan también la realización de test, claves para conocer los contagios
reales y evitar su propagación. La falta de personal es inconcebible. La bolsa de
empleo de 1.201 personas no es suficiente; no ha reforzado sino a un mínimo de
las plantillas. La comunicación de los residentes con sus
familiares no se hace con la frecuencia necesaria. Muchas familias apenas
tienen noticias. Las comunicaciones telemáticas anunciadas por la DFB son
mínimas. La información
que las residencias dan a unas y otras familias sobre los casos posibles
detectados y cómo se están tratando es contradictoria.
Nos preocupa que la imposibilidad acceder a las
residencias y la falta de control por la DFB deteriore más la atención a
nuestros mayores, confinados en sus
habitaciones.
La
decisión del Diputado General de no dar cifras actualizadas sobre residentes
muertos infunde sospechas, más cuando estudios universitarios revelan que,
aplicando las estadísticas de mortandad a los datos oficiales de muertes por
coronavirus, éstas deberían ser muchas más. Babestu
lleva tiempo denunciando el modelo de residencias-negocio, y, aunque tarde, nos
congratula la propuesta del Ararteko para «una profunda reflexión sobre el
modelo de cuidado de las personas mayores».
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