EN QUÉ FIJARNOS
PARA COMPROBAR LA CORRECTA ATENCIÓN DE NUESTROS MAYORES
PEQUEÑAS TAREAS QUE PUEDEN SER ÚTILES EN LA DETECCIÓN DE PROBLEMAS:
Hay pequeñas tareas que pueden ser muy útiles al familiar para comprobar si la atención que recibe la persona alojada en la residencia presenta alguna deficiencia. Realizarlas no supone mucho esfuerzo y comprobarlas puede ayudar a asegurar o mejorar la atención.
En este sentido sería interesante plantearse que las visitas no sean siempre a días fijos.
A continuación exponemos las actividades que consideramos de utilidad para controlar de forma sencilla la atención:
ABRIR LA CAMA: Constatar que está limpia, que no haya arrugas en la ropa de cama.
ABRIR EL ARMARIO: Comprobar el olor de la ropa, verificar que no se ha dejado algo sucio.
LIMPIEZA DE LA HABITACIÓN: Ver que no haya polvo, restos por el suelo, ropa tirada…
COMPROBAR COMO ESTÁ VESTIDO/A: Verificar que su vestimenta es adecuada, limpia y decorosa. Comprobar que la ropa que lleva es la suya, si le faltan botones, si está adecuadamente planchada.
COMPROBAR LA HUMEDAD DE LA CEBOLLETA DE LA DUCHA si es día en el que correspondería haber sido duchado/a.
HORARIOS: Preguntar a qué hora se les levanta por la mañana. Se han dado casos de horarios intempestivos. Ha habido residencias en las que, por limitación de personal, a los residentes se les levanta entre las 6 o las 7 de la mañana para realizar la higiene, a fin de que estén preparados para desayunar hacia las 9 horas.
ALIMENTACIÓN: Comprobar si se respetan los horarios de desayunos, sobre todo en fin de semana y festivos. ¿Cuántas veces a la semana comen frituras y rebozados? ¿Cuántas veces a la semana comen pescado?
PREGUNTAR CÓMO SE LE DA LA MEDICACIÓN: Con frecuencia los medicamentos son entregados en sobres con su nombre que se dejan en la mesa del comedor. Este sistema puede dar lugar a pérdidas, pastillas que se pierden, que después se encuentran en el suelo del comedor… Conviene comprobar cómo se realiza esta importante tarea, manifestar nuestras dudas si las tenemos o solicitar un cambio en la dispensación si lo creemos conveniente. También conviene saber que la medicación ha de ser preparada por enfermería con el oportuno registro y, solo tras organizarla en sobres individuales, puede ser entregada al/la residente por parte de la gerocultora.
¿SE LES LLEVA AL BAÑO CUANDO LO SOLICITAN?: los residentes con incontinencia aunque utilicen pañales tienen que tener una pauta para ser llevados al servicio. Es muy importante mantener el acto reflejo que se produce al sentarse en el baño, y también lo es mantener el mínimo de humedad en la piel. Se puede exigir el listado que registre las horas a las que va al servicio y si orina, hace deposición o si no la ha hecho.
VER LAS UÑAS DE LOS PIES: Comprobar que las uñas no sean excesivamente largas, gruesas, que no estén enclavadas, que no haya lesiones o úlceras en los dedos, valorar que no haya suciedad. En el caso de que haya un diagnóstico de Diabetes es aconsejable el control por el podólogo por el alto riesgo de lesiones graves.
COMPROBAR LA HIGIENE BUCAL: Asegurarse de que se limpia los dientes con regularidad. Solicitar que la gerocultora al menos objetive la limpieza bucal.
DENTADURA POSTIZA: Mirar en el interior de la caja donde la guarda. No debe haber suciedad ni moho. Debe disponer de un líquido limpiador. Debiera cepillarse la dentadura postiza una vez al día y ser puesta en remojo durante la noche, en agua o en líquido de remojo.
GAFAS: Comprobar que están limpias y que ve bien con ellas.
AUDÍFONOS: Asegurarse de que funcionan. Son aparatos caros y muy delicados. Su limpieza sería aconsejable dejarla en manos del familiar o del lugar donde se ha comprado para que sean manipulados por el mínimo de personas. Suelen generar problemas, son de precio elevado y, si se rompen, es posible que nadie se haga responsable.
Cada tipo de audífono es diferente y la duración de las pilas depende de las horas de uso. Convendría hacer referencia a la necesidad de cambio de pilas periódico en el PAI (Plan de Atención Individualizada) concretando cada cuanto tiempo han de ser cambiadas.
COMPROBAR RIESGO DE ÚLCERAS DE PRESIÓN: Un buen momento para hacerlo podría ser al acompañar a nuestro/a familiar al servicio; puede ser una oportunidad para ver si el sacro, zona de hueso al final de la columna, tiene enrojecimiento; si existe, supone ya un riesgo o un inicio de úlcera de presión y lo deberemos notificar. También podemos comprobar en algún momento adecuado: talones, zona lateral de las caderas (reborde de hueso) u otros lugares de prominencia osea.
HIDRATACIÓN DE LA PIEL: Si la piel está escamosa o al pellizcarla no vuelve a su posición inicial rápidamente precisará hidratación.
HIDRATACIÓN GENERAL: Sequedad en la boca, o la lengua, piel que al pellizcar ligeramente con dos dedos mantiene el pliegue indican que precisa hidratación. Asegurar la toma de dos litros de líquido al día.
Y NO OLVIDEMOS:
QUE TODO RESIDENTE TIENE DERECHO AL PAI (PLAN DE ATENCIÓN INDIVIDUALIZADA) Y A TENER DESIGNADA UNA PERSONA DE REFERENCIA
Este es un derecho protegido por la ley y sujeto a sanción si no se cumple. Conocer a la persona de referencia nos permite tener un/a interlocutor/a directo al que solicitar las mejoras en atención ante los problemas que detectemos; será además nuestro/a referente para comprobar su cumplimiento.
PERDER EL MIEDO A LA QUEJA
Frecuentemente mayores y residentes tienen miedo a manifestar sus quejas para no ser señalados, en la idea de que pueden ser mal vistos o sufrir algún tipo de represalias. La experiencia dice lo contrario; las personas que hacen quejas o solicitudes razonables y que manifiestan su petición de forma correcta y respetuosa verán su queja atendida y, si el residente o familiar hace seguimiento de la sugerencia refuerza la idea de control familiar en sentido positivo.
RECORDAR QUE EL OBJETIVO ES EL BUEN CUIDADO
No olvidemos que el fin del servicio es dar una adecuada atención y que además sea “centrada en la persona”, con todas las particularidades que ello implica. El servicio debe adecuarse a las necesidades del mayor y no al contrario. Se trata de una cuestión de derechos y las personas que prestan atención a los residentes son perfectamente conscientes de ello.
QUE EL/LA TRABAJADOR/A ES NUESTRO ALIADO/A
Los trabajadores están interesados en realizar bien su tarea. Están sometidos a muchas tensiones, su trabajo es duro y frecuentemente tienen el tiempo muy limitado. Cada queja o solicitud es una oportunidad para, a la vez, manifestar el respeto que nos inspira su trabajo. Les ayudamos si manifestamos necesidades que no están cubiertas y si detectamos cosas que pueden mejorar. De esta forma, la gestión percibirá que quizá haya que invertir más tiempo en la atención directa porque hay tareas que si no se exigen quizá se consideren no necesarias.
LA IMPORTANCIA DE REALIZAR LAS SOLICITUDES Y QUEJAS POR ESCRITO
El chismorreo no sirve; la queja no manifestada por escrito no existe, salvo en contadas excepciones. La queja puede ser dirigida a la residencia, a la Diputación Foral o a ambas; basta con pedir un impreso en recepción. Cada vez que hacemos una queja o solicitud por escrito obligamos a alguien a concederle un tiempo de reflexión y a dar una adecuada respuesta. Es el mejor apoyo que podemos dar a nuestro mayor.
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